Otra vez la lluvia, llueve, de nuevo me imagino que estoy junto a una chica joven, guapa y romántica. No sé por qué la lluvia me trae este anhelo, pero no llega a mí ese avatar. Disfrutar de su dulzura y ella de la mía, observando la lluvia, oírla, olerla, sentir la suave brisa de una primavera ó de otoño, junto a ella, junto a su presencia cercana a mí ó junto a mí, sentir la mezcla de su energía, de su vida más el dulce misterio de suave lluvia.
Termina la lluvia y con él ese momento imaginario, que ya no forma parte de la sensibilidad de una gente que presume de ser adulta sin serlo.
El biciclante de la lluvia
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Publicado por Juancarlos G.E., para skribante... el 4/07/2008 11:30:00 PM
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